lunes, 28 de abril de 2008

6 - El bulín de la calle Basualdo

Yo vide una garza mora
dándole combate a un río
así es como se enamora
tu corazón con el mío

Capurro, barrio de repechos y bajadas, parque tallado en la piedra, la terraza soñada para el amor. Los tiempos han cambiado. De gurises íbamos al caer el sol, con alguna pebeta que andábamos dragoneando y esos balcones y escalinatas eran el aliado perfecto, desierto, oscurito y silencioso. Hoy la muchachada a lo sumo estaciona el coche en la callecita del costado, el parque está invadido por bandas de jipis que se endrogan y rompen todo. ¿A quién se le ocurría en mis tiempos darle mango a un bajorelieve por deporte nomás? El que hacía algo así al rato terminaba yendo solo para Millán 2515 y pedía la internación voluntaria. Es lo que yo siempre digo, los tiempos no avanzan ni cambian, se degradan. Allá arriba, en la calle que le da nombre al barrio, la escuelita, pública y vareliana parece la línea Maginot; pura alambrada y reja. Frente a ella pasamos, caminando Paulita y rengueando yo. El asunto había empezado chivo, (ver post anterior) pero ahora estoy en mi cancha, ahora soy locatario. Me muevo por Capurro como nada la tararira en la laguna. Como ni la mina, ni yo, teníamos un mango no había otro remedio que ir para mi bulín. Fue así que al rato estábamos franqueando el patio de Doña Ivonne, propietaria del terreno que al frente tiene su casa y al fondo mi bulo. Chirrió el portón y, al igual que todas las noches, me puteé a mi mismo por no aceitarlo. Arrancó el Circo Sarrasani:
“¡Tulio, viejo pedorro, no salís de acá hasta que no me pagués, van para 3 meses ya!” Y ya empezó a ladrar la Pandora. La tengo entrenada para que no ladre cuando llego, pero los gritos de la vieja la ponen nerviosa.

- Hoy le pido que me deje tranquilo Ivón, que vengo lesionado. – dije– creo que es abductor derecho... por lo menos esguince...

Mientras hablaba, le hacía señas a Paula para que me siguiera. La perra le saltaba haciéndole fiesta y la vieja seguía gritando atrás de la persiana. Apelé al mismo recurso evasivo de siempre, me puse a cantar “Madamme Ivoooone, la cruz del sur fue como un lirioooooo” bien fuerte para tapar sus gritos.

Patio de los de antes, baldosa amarilla rayadita, de las que se usaba para veredas, canteros cuadrados, quinta de 3 x 2 con alambrado bajito y parra. Aljibe tapiado. Al dofón, mi chorrán, totalmente realizado en bloque de primera, chapa arriba y hormigón abajo. No se precisa mas nada. Entre que yo rengueaba y la Pandora meta ladrar, Paula apuró la carrera y llegó primero a la puerta “Abrí nomás que yo no le paso llave ni le pongo candado...” dije. “...acá en el rioba si alguien se lleva algo es porque las cosas mías son de tod..” Me interrumpió ella, con un grito de película de Bela Lugosi. Claro, cuando entró, a lo oscuro se le vino al humo el gallo, que yo lo entro cuando me voy porque se vive peleando con la perra por la comida y después doña Ivonne me tira la bronca. “No te preocupés Paulita que es manso...”
Ya atroden, prendí la portátil como para que esta chiquilina fuera viendo las acomodaciones.

-“Poco a poco todo ha ido de cabeza pal empeño.” -dije citando al mago- De lo que me dejó mi vieja va quedando la mesa que no la vendo ni en pedo, un par de sillas y pará de contar. Pero yo no preciso más que eso, el catre, un silloncito y la cantora. ¿Querés que prenda la radio? Capaz que está el Tren de la noche o la Ronda de Sácara... yo no se porque a esta hora no escucho radio...

-No, dejá... escuchame....si tenés acá alguna moneda para prestarme para el ómnibus yo me voy yendo..

-No no no. -le dije con tono imperativo - Un taita de los de antes no deja que una mina se vaya sola. Pasás la noche acá y mañana será otro día.

-Que viejo trancahuevos. Bueno. La verdad es que si arranco andá a saber a qué hora termino llegando al centro, ni me vale la pena irme.

- Claro, escuchá... voy a preparar algo para comer. -dije esgrimiendo la alcuza y echándole un chorrito de alcohol azul al primus- Dejame ver si guardé alguna aguja porque hace tiempo que no lo uso y debe estar el oído tapado.

Por suerte tenía unos fideos en el armario. Saqué también dos vasos y un frasco donde tengo preparada caña con butiá. No soy nunca de pensar “Se me dio” por aquello de que la virgencita castiga la soberbia, pero tenía una mina en el bulín que se iba a quedar a pasar la noche, además de cena y chupi. Es como orejear y que la primera carta sea el dos de la muestra...

lunes, 3 de diciembre de 2007

5 - LA VIOLE CAMPEON y EL RENCUENTRO

Farola, sos el campeón.
Una vez mas me dejastes
el garguero hecho pedazos,
me hicistes dar mil abrazos,
me agrandaste el corazón.
Defensor vos sos, dos puntos:
quien me llena de emoción

Si habrá enormes personajes de apellido Lamas en la historia!... Por lo menos 5 calles de la Muy Fiel y Reconquistadora invocan ese apellido. Pero qué avenida, qué autopista habría que dedicarle a este pibe que no será ni el Lamas que peleó por Aparicio ni el otro de la paz de Octubre no será el Gran Lama de la montaña, este simplemente fue el purrete inconsciente que se olvidó que era back y corrió al área palermitana a ensartarles el gol del campeonato.

Fuistes el mas grande de todos Defensor, anduvistes todo el año dejando bien sentados los prestigios del fútbol-soccer oriental fuistes a los tórridos ecuadores, a los brasiles milenarios, dejastes arafue a colombianos, argentinos, paraguas...el Campeonatito Aperturita Uruguayito era papa para el loro, pero tenías que ganarlo a lo grande, con un gol en el minuto 46.

Después del partido me fui en pos de una birundela al viejo y querido bar Sporting de 21 y Obligado. Me quedaban un par de níqueles y algun que otro bronce, pero tenía que guardar para el bondi. El cheboli tiene dueños nuevos, así que no quise manguear. Pedí un Greson, un vaso de soda y me dediqué a ver pasar a la muchachada violácea que iba de festejo para el Franzini. Cada tanto levantaba el vaso saludando a alguno que me reconocía. Tranqui, ya no estoy para esos trotes, ir gritando dale campeón ni nada de eso, la violeta ya era campeón de antes, fue un trámite este campeonatito.

En eso estaba cuando la veo. Las luces de un 174 la iluminaron cuando apareció caminando en cámara lenta desde atrás de la proa que hacen 21 con bulevar. Paula! No puede ser! Me refregué los ojos para enfocarla mejor. Era ella! Me tomé medio farol de un trago, tiré las monedas arriba de la cármica y arranqué a seguirla. Caminaba ligero, recién me le puse a tiro cuando ya estaba por llegar a la facultá de arquitectura. Mi arrimada tenía que ser perfecta, el destino me la había puesto ahí, no podía desperdiciar la oportunidad. Cuando me faltaban 5 metros para alcanzarla me puse a silbar “Amante Corazón” y ya la tenía a un tris cuando cambié silbido por canto y entoné como pude:

Tus ojos de mora
tu boca de guinda
tan roja y tan linda
quisiera besar
tus negros cabellos
tu seno armonioso
erguido y airoso
con vida soñaaaar

Paulita ni bola. Se puso a subir las escaleras que dan al barrio jardín. Yo, que cantando no soy precísamente el mago, que además venía ronco de gritar los goles, que estaba bastante agitado por la carrera y para colmo la mocosa esta me pone a subir escaleras, seguía cantando el resto del estribillo...

Tu fragil silueta....hhhh...
...hhh... Tu rítmico pasoo
...de reina es acaso...
cautiva tu andar....hhhh...

Tanto el aire como la paciencia se me habían terminado “BUENO CHE, ME VAS A HACER CANTAR TODO EL VALS??!” Grité. Ella nada, así que la agarré de un brazo. La mina, que no había escuchado nada porque venía con los uókman puestos, se asustó y me dio tremendo empujón. Caí de tuje y me faltaron centímetros para rodar por la escalera para abajo. Ahí me miró y se dio cuenta quién era. Me ayudó a pararme y me pidió disculpas a tiempo que me puteaba.

-Peeero, que hacés acá viejo chotoo!! -me dice- Perdoná que te empujé pero pensé que me querías afanar!

-El corazón te quería afanar... ay!

Me dolía apoyar el pie así que Paula me ayudó a llegar hasta un banco para sentarme. Estábamos en esa plazoleta que hay frente a la casona que fue sede de los fachos de Tradición Familia y Propiedad. Lugar ideal para el arrumaco y el besuqueo, pero bueno, el tema ahora era mi lesión. Hasta ahí llega una calle en subida y por dicha calle de repente apareció un auto, creo que un chevrolé, no juno mucho las marcas de ahora. El auto paró y Paulita caminó hacia el, supuse que para pedir ayuda. El tipo debía ser millonario porque la ventanilla se bajaba sola, yo pensé que esas cosas solo pasaban en las de Ciencia Ficción. Despues de bastante charla se ve que se trataba de una persona era bien de bien porque la veo a Paula que viene hasta el banco y me dice que nos llevaban. Chasqueando los dientes y puteando entre ídems, me ayudó a meterme en el asiento de atrás y ella se sentó adelante con el dueño del auto que por dentro parecía la nave del orejudo aquel, el señor Espoc. No solo se subian y bajaban las ventanillas solas sino que tenía luces de todos colores por todos lados y la transistor meta chiquipun chiquipun. Adonde vivís? Me dice Paulita. Le contesté que vivía en Capurro, pero que no había problema, yo arrancaba para donde fuera, lo que quería era seguirla a la mina, obviamente. Ellos hablaban. El volumen de la cumbiamba estaba alto, pero algo de lo que se decían alcancé a escuchar:

-Eeeeeeeuu! -dijo el tipo- hasta Capurro hay que ir? Entonces habría que arreglar distinto! De acá a Capurro es un pedazo!

-No no no, -contestó Pau- ya quedamos que el oral si, pero hasta ahí nomás. Todo lo demás, hay que ponerse.

Yo parando la oreja. Pensé que quizas fueran compañeros de estudio preparando un exámen y el la habia pasado a buscar. Seguí escuchando:

-No seas mala! Bajame hasta un trecientos el completo y bueno... me fiás algun “Adicional”

-Adicional todo bien, dice Paula; pero no me pidas “aquello” porque vos sabés que no la doy, que te quede bien claro..!

-Pero me hacés ir hasta el culo del mundo a llevar a tu amigo.. Toda la nafta que voy a gastar, despues tenemos que volver hasta algun tel...

-No precisamos volver para el centro beibi, ahí en la bajadita del costado del parque Capurro, nos quedamos en el auto y te ahorras la nafta y la pieza..

¿Y esto? pensé Me parece que no hablan de estudios. Acá hay algo raro... El tipo insistió:

-Pero escuchame loquita, vos sabés que tarde o temprano vas a entregar... Aprovechá conmigo que ya me conocés..

-NO! No jodás mas con eso, ya te tengo dicho que no!

-Daaaaaale, despacito, no te preocupes que te trato b....

-La señorita le dijo que no, joven. –intervine- yo le agradezco la amabilidad de alcanzarme hasta el rioba y no sé de qué se trata su charla, pero creo que ella fue clara. En mi presencia cuando una dama dice no, es no.

Paula me hacía Shhh! El tipo dice:

De donde lo sacaste al coso este? –y se reía. De repente frena: - ¿Sabés qué? Se bajan los dos. Yo pago por lo que quiero y vos mi vida, estás mas dificil que la tabla del 17. Andá a hacerte dar por el viejo bichicome ese..

Viejo bichicome quien?? Y ya le pegué un saque a la butaca. La mina se bajó, abrió mi puerta y me sacó del auto agarrándome del brazo. Yo, rengueando lo invitaba a pelear al guacho, que aceleró, dio la vuelta en U arando y se fue por donde vinimos.

-La puta que te parió!!!! -me gritó Paulita- me hiciste perder un cliente!

-Cómo un cliente? Sos arquitecta?

-Lo que? Pero vos sos pelotudo o te hacés?? No ves que estoy trabajando viejo nabo?

Y yo, que tengo mas de medio siglo (largo) de carpeta, recién ahí entendí que Paula, MI Paula hacía la calle. Destino! Como permitistes que en mi cuore se clavara justo esta flecha? La vieja calle Uruguayana nos vio arrancar.. ella caminando despacio, cada tanto paraba para esperarme, la calle apenas iluminada de amarillo, como en una película que pasaron una vez, de un coboy rubio y un rengo enfermo. El 10 creo que la dio.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

4 - El mundo sigue andando

Arreciaba la garúa. El pavimento briliante, el olor de la humedad en los zaguanes, el cuore tristón, una liuvia mañanera es mi momento preferido para escuchar tango, así que fui a refugiarme al café y bar el Achique, del Fulero Bidegain. Fulero abre el boliche a las 9. Desde que llega prende la cantora y guay del que le pida que cambie o baje el volumen. En el Achique se toma de dorapa, mostrador de mármol montado sobre mueble de madera con vidriera. Quizas haya algo adentro, imposible saberlo porque el vidrio con los años fue perdiendo transparencia y le ha crecido esa especie de musgo que hay en todos los boliches. Sonaba aquel tanguito que decía:

No te hagas malasangre,
no te amargues la vida,
primero campaneala,
seguila si es así.

Y cuando estés seguro
que es cierto lo que dicen,
entonces meta biaba,
haceme caso a mi.

“Fulero, servime un feca y echale un chorrito” le dije guiñando un ojo mientras desplegaba la página de obituarios sobre el mostrador. A ver... Roberto Leónidas Fascioli.... Nilda Ortuñez de Sosadías q.e.p.d.... Roque Abel Dold... ROQUE ABEL DOLDAN!!! El Wicha!! Se murió el Wicha mirá vos...
¡Wicha Doldán! aún me parece verte refregando, meta balde y trapo hasta dejar reluciente aquel chevrolé del 52 que estacionabas en la calie Leandro Gomez. En toda la blanqueada no había vuaturé mas impecable. Camba de los de otrora, el Wicha había hecho plata con una farmacia familiar. Me acuerdo cuando en las curdas bravas de la juventud el Wicha me regalaba el frasquito de bicarbonato. Gomía de ley.. en seguida pegué el grito: “Suspendé el café, Fulero, que estoy de homenaje. Aunque todavia ni son las 10 de la matina me voy a tomar un queway en recuerdo del Wicha. O mejor no, whisky no, traeme un medio y medio con amarga que era el trago que tomaba él. Caña Vermú y amarga.”
Wicha!, levanto el sova, no por tu muerte, lo levanto por tu vida liena de momentos posta. Aguantame ahí que ya voy y guardame una bolsita de aquello...
Se hizo la hora par y empezó a cantar el mago. Justo pusieron Alma en Pena. Y cómo son las cosas, otra vez se va un amigo, otra vez a tragar el llanto, Wicha te juro que no voy a soltar una lágrima, yo se que no querés que te lloren, los hermanos del alma se despiden así...
Hacía tiempo que no le daba al medio y medio y al rato, yo ya estaba macramé. Entró el Chiquito Leivas al boliche y quise darle la noticia. Nada de avisarle, nada de “te voy a decir algo feo” La muerte de un gomía es un tajo en el bobo, para que vas a andar dando vueltas. “¡Chiquito! –dije casi gritando- ¡Se nos fue el Wicha!” El chiquito medio que se frenó y puso cara de hacer cuentas... “el Wicha... el Wicha...” repetia como tratando de acordarse.
- El Wicha Doldán! Mirá, acá en el diario: Roque Abel Doldán
- Pero el Wicha no se llamaba Roque ni Abel -me dice- El Wicha era Carlos!
- Como Carlos? Entonces quien será este Roque?
- Ni idea... hermano seguro que no era, tenía una hermana nomás, la que se casó con un visitador.. pero además, el Wicha se murió hace como 3 años si no me equivoco.
- Nooooo! Y cómo?
- El andaba siempre con lo de la vesícula, nunca se pudo recuperar de una operación que se le complicó. ¿Pero tas seguro que no estabas vos en el velorio? A mi me parece que fuiste, allá en Carlos Sicco, que después terminamos todos en la Picada de Rivera y Pablo de María...
- Así que el Wicha había muerto ya...mirá vos... yo te digo y te repito que no somos nada Chiquito... Fulero! –grité- poneme otro medio y medio.
Y bueno, ta. El homenaje valía igual, qué importa si se murió hace un rato o hace años.
El resto de la mañana lo pasé callado, ojeando el diario y escuchando al mago. Pasaron "Guitarra mia" y "Mi pingo".

*

jueves, 13 de septiembre de 2007

ENTRE PARENTESIS

Ya sigo, pero antes quería postear este texto que en su momento formó parte de los comments del Rincon de Elso. El relato habla del día del cotejo que Defensor le ganó al Flamengo en la Libertadores pasada, espero que sirva de buen augurio para el partido de hoy.

Le tuve fe a la farola. Un cosquilleo que me invadió a la mañana cuando me calzaba un par de medias de plush a tiempo que me daba cuenta que eran de tono violáceo. Te tenía abandonado Defensor y no te iba a ver desde hace tiempo. A la tarde salí del yugo y paré en el Nuevo Mexico 70 de la verdadera General Flores. Y llamo verdadera solo al tramo de avenida que esta del garrote para afuera. La general flores obrera, la de la feria de los chorros, la de los fondos de Maroñas, templo del burrero, la de los milicos dirá alguno, pero si hay algún orgullo posible por la existencia de un cuartel, será por que sea el de los Blandengues del Jefe de los Orientales, Don José Gervasio.

A unas cuadras de Chimborazo -calle rea si las hay- aún está en pie el Nuevo México 70, café y bar que desde aquel mundial mantiene en su nombre la palabra nuevo. Y está bien.. qué son 37 años en la vida de un boliche. Pensando en el partido que se venía cumplí con el ritual cabalero de no pisar las baldosas negras apoyando mis pies solo en las blancas. De memoria lo tuve que hacer, porque la mugre dejó monocolor ese piso que antaño simulaba un tablero de ajedrez. Aún recuerdo aquella tarde hace añares, en que el Pitusa Gimbernardi con un pedo azul rompía los cataplines con organizar un partido de ajedrez humano con los parroquianos asistentes al boliche. Insistía y alguien le dijo que no llegaban a ser 32 y el pitusa se fue hasta la casa y se trajo a sus 3 gurises para completar las negras. Al mas chico, un botija arisco y desalineado, lo surtió un par de veces diciéndole que no era así que se comportaba un trebejo como la gente. Pero bueno... ya quedaron atrás esos días. Hoy del boliche aquel quedan las mesas de la vereda abajo del toldolux. Atroden, se ha ido todo al empeño o al remate. Aquella heladera Coates que enfriaba las birras, el ventilador de techo que había que apagar cuando los partidos porque le hacía interferencia a la cantora, una Zenith a válvula que gritó el gol de espárrago, las atajadas de Mazurca...

Me puse a chupar ginebra, porque me acordé de un porrón de Bols que hace añares me regaló el yoyega, cuando en los bolsillos yo no tenía ni pelusa y aquel bolichero pierna me dió el porrón diciéndome que era "para calentarse los pies". Ya cuando lo tuve en mis manos le sentí el peso y me di cuenta que de querusa y a la sordina me estaba regalando un litro de ginebra sin que los muchachos se enteren que me estaba salvando de la segura abstinencia con espasmos que se veía venir de lejos. Nunca tuve que decirle gracias por ese gesto, los gomías no precisan hablar para esas cosas. Esa ginebra fue agradecida con cientosmiles de tardesnoches que allí pasé, los infinitos saludos que le dediqué a los gritos desde la puerta, que hacían reir a aquel gallego nacido en Turín, que no mostraba los dientes ni cuando estaba enojado. Para qué saldar esas deudas con un inerme "gracias", el criollo de ley agradece con sobrio pero sentido cariño...

Con el aliento jediendo a perfume que deja la ginebra, salí del cheboli y me tomé el 329 para el estadio. Saludé al conductor y me dijo que si, que le diera nomás, creyendo que yo era un vendedor de bondi. Me reí de la poca carpeta que tienen los choferes de ahora, en el viejo trangüey el saludo era mas importante que cobrar el boleto, ahora se hacen los langas y dan bola solo para mirarle el tuje a las minas. Le di las monedas al guarda y caminé para el dofón, hasta el descanso frente a la puerta. El bondi iba casi vacío, pero nunca en la punta de años que tengo me senté en un omnibus, troley o tranvía. El macho taura viaja de dorapa agarrado del fierro.

Ya llegando al estadio me enteré que Defensor donaba la recaudación al Pereira. Y esta bien, yo no digo que no, pero hablamos del Pereira, el santuario donde van a parir las heroicas madres yoruguas, que no necesitan mucho aparato para traer al mundo a sus críos, desde el principio de los tiempos les ha bastado con una catrera, un tordo que grite "puje" y ese coraje de mamma que saca fuerza hasta de las uñas hasta sentir el afloje y el primer llanto del nuevo oriental que ayudó a nacer. Ta bien. que le donen la plata y las mimen a las guachas, pero que nunca se pierda esa bravura de hembra pobre que no anda necesitando pagar la cuota del Británico y los 1000 dólares al ginecólogo para que le termine haciendo una cesárea después de la primer contracción.

...y del partido qué decir. Violeta! te floreaste contra el Fla! Le metiste 3! Yo sabía Defensor que no me ibas a dejar Varela. Botijas inconcientes, ni saben lo que están haciendo! Polilla! Me tomo 15 queguay a tu salúd. Vos sabés violeta, que no te pido nada. Que me importa el domingo lo que pase con Danubio, ese cuadro ratón. Le metiste 3 al rojinegro carioca! Corazón, seguí latiendo, cabeza, dejame soñar... Garganta! te rompí otra vez y qué querés que le haga... ese zapatazo que cruzó el area y reventó la red, ese poema, qué digo poema..ese Martín Fierro que metió el Tata bien valía mil gritos asi.

viernes, 31 de agosto de 2007

3 - Revés

(Estimado lector: Es necesario que cuando usted lea estos párrafos, lo haga imaginando la voz del poeta Toyos y de fondo la cumparsita. Es posible que así este asunto tenga algo de sentido.)

Amor furioso, que te encaramastes
Atroden mismo de mi baso.
Porque del corazón ya no me queda
Ni aurícula ni válvula que pueda amar.
Diosa fortuna, prienda esquiva
Me has dejado otra vez mas a la deriva
Mantantirulirulá.

Riansén eternos críticos que juzgan la poesía porque no pueden hacer otra cosa que eso con ella. Yo seguiré encontrando versos porque buscándolos me va la vida y me importa tres carajos lo que de ellos digan.
Bueno, pero volviendo al asunto aquel de la chiquilina en el Peral; la mina había entrado al baño y yo whiscardo va, aceituna viene, me doy cuenta que -a juzgar por la cantidad de carozos que había en el platito- demoraba más de la cuenta. “Raro..” dije para mis adentros pero bue, hay gente que necesita tiempo en el baño, vaya a saber, quizás mis ardides de seducción comenzaban a hacer efecto y la piba se estaba emperifollando para verse mejor. A mi esas cosas ni me van ni me vienen porque una trucha pintada no es lo que me emociona, yo me enamoro del alma. Un rato después en medio del sonido ambiente del Peral escucho algo, como un grito apagado...”uuudaaa”.... paré la oreja y me di cuenta que venía del baño, me acerqué a la puerta y pude oir que era ella pidiendo ayuda. La pobrecita había quedado encerrada adentro, claro esa puerta tendría un tiempo sin usarse y quedó trancada. Mujer en peligro, el escenario perfecto para el langa universal. “Perá mi amor, es una pavada, ya te abro...” y le daba al picaporte, pero en una, me lo quedo en la mano... ”abriime, la puta que te pariooooo!” se escuchó de adentro. Claro, estaria asustada.. y bueno, me la juego y le doy una patada a la puerta, de plancha, a lo mulethaler... no va y se rompe el durabor y paso la pata para el otro lado!...por el golpe la puerta se abrió conmigo enganchado, caí al piso y quedé acostado panza arriba. Desde el suelo vi como la mina, a punto de llorar de calentura, me pasó por arriba y me mandó a cagar. Arañando las baldosas y tratando de zafar el pie yo le gritaba “pará... no te vayas cosita, no te vayas, pedacito de melón con azúcar...”, pero no me sirvió de nada, la mina juntaba sus cosas y decía entre dientes “viejo papelonero...que mierrrda hago yo acá!...”
Me ayudaron a salir de la trampa y como quedé medio descuajeringado me sentaron en una silla. Por el ventanal la vi alejarse, caminando rápido. Sin dejar de mirarla le dije al ruso, “que se le va a hacer...no pintó como dicen ahora los jóvenes...y lo peor ruso....lo peor es que te juro ruso... te juro que sentí que esta mina era la posta posta... Yo te garanto que debo tener un gualicho..” el ruso, compadre en muchas, pierna en todas, fue hasta la barra y volvió con dos faroles del mejor importado. Nunca lo habia visto chupar, pero esta vez se sentó a la mesa conmigo y pasamos la tarde juntos, callados, libando el néctar y mirando hacia fuera, hacia la nada. El tiempo detenido, plomizo el cielo. Mantantirulirulá.

lunes, 23 de julio de 2007

2 - El Peral

...Le di un billete al realero y bajé del taxi. Ella ya se había apeado y esperaba en la vereda, cuando llegué a su lado, le hice notar que no le quedaba bien andar con las manos en los bolsillos del pantalón, y que tampoco correspondía entrar con esa postura no digna de una piba a un lugar Clase A como el Submarino Peral. Logré que quitara aunque fuera una de sus manos de los bolsillos para realizar cierto gesto con su dedo mayor. Y bueno; algo es algo.
Saludé a la barra, y de primera vi que mi mesa estaba libre. Le señalé el camino a Paulita y la seguí. Cuando pasé frente a la caja le hice la seña del dos al Ruso como diciendo “¿qué tal? Que me contursi la naifa que traje?” Yo se que el camba no se anda agrandando y haciendo alarde... pero al fin y al cabo, un levante es un levante y después de la troja de veces que me tocó entrar al Peral solo como un perro, una gloria me tocaba vivir.
Cuando vino el mosaico me pedí un whiskardo con copetín surtido y le pregunté a mi acompañante si iba a seguir tomando cerveza. La piba agarró viaje, ya de paso le encargué al mozo dos de piza a caballo para dentro de un rato. Ella bufaba y miraba para afuera. Gracias a los ventanales grandotes, en el Peral, el parroquiano mantiene contacto con el trajín de la calle.
Papita va, maní viene, decidí tirarle un nuevo halago poético para tantear el panorama. Le dije que ni todo ese sol que había afuera le rendía el justo homenaje a la belleza de sus ojos. Ahí la mina mandó un ja! se paró, me dijo: “Voy a mear..” y arrancó para el tualé.
Aproveché la maniobra para observar a mi partenaire posteriormente. Llevaba puesto unos Farwest talle especial seguramente comprado en Tienda La Simpática. Era de esas minas Urreta, con toda la pulpa en el fondo. No gorda, pero si culona. Y bue... yo no la quería para sacarle fotografías, precísamente. Me felicité por haberla traido a este boliche, donde le hubieran venido ganas de ir al ñoba en el Torrado corría peligro de muerte.. Uno es bolichero viejo y ha tenido que hacerle gambetas a mas de un sororó que, fétido, yace en el limbo de la taza turca, cuando no un chijo de esos que estampan suelo y paredes, haciendo que uno tenga que pegar una buena respirada antes de enfrentarse a esos efluvios y trate de que la meada sea corta para soltar el aire a la salida. Pero esas no son cosas que tenga que vivir una chiquilina y por suerte el Peral en ese sentido, una garantía: Cada semana y media, el ruso baldea y hasta pone pastillas desodorantes en los mingitorios.

lunes, 14 de mayo de 2007

1 - DEFENSOR, BOLICHES Y MUJERES

(Leer con la cumparsita de fondo e imaginando que es declamado por el poeta)

Gallarda violeta, farola sempiterna que alumbras y eres guía de los que en el mar de la vida se pierden... En los tiempos en que aquellos hermanos que padecían estrabismo, pero que jugando la dejaban chiquitita así, los vecinos de Punta de las Carretas abandonaban sus soleadas casa-quinta "para ir a ver a los tuertos" Las chapas de dolmení que rodean tu estadio, habría que exhibirlas en el museo del parque urbano, porque llevan las letras que conforman un nombre que es sinónimo de gloria. Los Picaso y los Vangó valdrán millones, pero para un violeta de ley mucho más los valen esas losas de prosapia sin igual que -como si se tratara del padrenuestro dicho por la boca misma del cristo- rezan: Estadio luis Franzini. Donde estarás Luis, en qué escritorio de qué oficina del cielo, seguro los dioses te encomendaron la tarea de directivo para que el Atlético Paraíso sea eterno ganador... pero cuántos gloriosos nombres tendría que decir o mas bien recitar, porque la alineación del setenta y seis es tan poesía como puede serlo el Albatros de Bodeler o el Songorocosongo de Guillén...

Salí del viejo Fray Mocho de Bulevar y obligado camino al Franzini. Agarré mal, y por la clerosis terminé yendo a jeder al callejón Cabo polonio, reducto de los otroras recios picaditos de barrio, con la vecina enojada porque no podía dormir la siesta y salía al bacón con un tacho de agua podrida a tirársela a los botijas que soñaban con jugar como Onega. Ya mas cerca del franzini, entre los chingui chungui del rocansamba se escuchaba a los purretes violetas aboyando rítmicamente latas de dulcemembrillo mientras cantaban “la violeta la violé.” Me pareció ver el espectro del pelado Santelli trepado a la torre de la facultad, gritando cada gol, cada gambeta, cada centro del drimtim juvenil de la vieja viola, garufera y vibradora. Pelado!! A vos te quiero decir que sos la vaina donde se aloja la cuchilla que corta en dos mi corazón! Un capurrense leal al feni feni que de reojo grita en silencio los triunfos violetas!. Pelado quiero esta tarde decirte que ni todos los granitos de arena de la playa Ramírez alcanzan para llenar el vacío que dejastes cuando colgastes los botines... a la mierda...tengo un pedo que no veo. Mejor agarro hasta el golf, me tomo el 76, me voy a casa... miro gran hermano... y me voy a dormir.

El sol bañaba de luz las baldosas de la vieja calle Lavalleja, hoy renombrada con el nombre del gran escritor y filósofo José Enrique Rodó. Amanecí no se cómo en el antiguo bar Gaboto, en cuyas mesas han escabiado y llevado el tanteador con porotos, grandes como Asdrúbal Di Fiori, el Peta Santórsola y el enorme Vicente Rocaforte, gran jugador de Tute Cabrero, siempre con la conlimón adjunta y la mirada perdida durante los chistes, porque tardaba en entenderlos. Hace años le pedí al Tano que no barriera nunca la tapa del sótano y ahi está esa mugre a la que quiero mas que a mi ser... porque en esas capas de polvo y pelusa, puchos y gargajos, pedazos de vidrio y papelitos de caramelo Zabala, duerme mi pasado; las cientosmiles de noches que acodado al mostrador me la daba con alcohol uruguayo de Ancap, el que se usaba para hacer caña, grappa y espinillar, antes no se hacía con ese alcohol brasilero jediondo que se usa ahora, señores!

Abrazado a un noble plátano estuve tres cuartos de mañana. Sobre el mediodía pasó el Turco Amondanaguirre, un vasco de dos metros de estatura que siempre me pregunta porqué le digo turco. Quise contestarle y solo me salió una risa... Mirá como son las cosas. El Turco por acá. Y ya salió la conversa, que pin que pun que pan...que esto que el otro...no se de qué me hablaba el turco, no se le entiende nada “vamo a chupar”, lo interrumpí diciendo mientras adivinaba en su reloj pulsera que ya estaban por ser las doce y abría el café y bar Torrado de la vieja calle Sierra, hoy devenida en Daniel Fernández Crespo. Torrado! Cuna y tumba del bebedor de ley, templo del choborra que vive la vida mordiendo el vidrio. Lo invité al turco a comer un huevoduro, menú unico del Torrado y que tenia la doble función de permitirme hacer base y por otro lado hacer que el turco se calle por un rato..

Transcurrido medio vaso de un queway suavetón que me dieron, sentí que mi humanidad volvía al estado normal. Ya no temblaba, ni corria peligro de caer. Recién ahí me madrugué de que en la mesa contra la ventana de vidrios mugrientos y con pedazos de una calcomanía del mundial España 82, estaba sentada una pebeta que ante mi insistente mirada se hacía la rata cruel y bufaba. Esas son las que a mi mas me gustan porque soy charrúa y adoro los desafíos. Le comenté por lo bajo al turco y me contestó algo de que era fulera, vieja y no se qué mas porque entre que su dialecto es poco comprensible y que se estaba comiendo la yema del huevoduro que dejó para el final, imposible entender..

Me le acerqué a la chiquilina y le dije que desde el mostrador, con los rayos de luz que hacían visible el polvo suspendido alrededor de su despeinada cabellera, me había hecho acordar a una virgen. “Salí de acá viejo puto -dijo la niña- dejame tranquila que no estoy para andar aguantando a un viejo gagá. Que me vas a pedir, que te cambie los pañales?” "Ah! Ajajá jarai jajai! -le contesté-, que me contursi la guacha! Mirá que mala se pone!" Si hay algo que me gusta, es el juego de la seducción recio, milonguero, porque la mujer que tiene calle y ha sufrido es la mina que es bien de bute. La percanta que no precisa vivir en la butik del shoppin, la que no se anda consiguiendo un laburo para pagarle a otra mina que le cuide los hijos porque no le da el cuero para criarlos ella, la que no precisa para vivir, casa de revista, auto de novela y vacaciones de película. A mi dame una mujer de barrio con cayo en las rodillas de tanto agacharse a pasar el trapo, porque la dignidad de estar limpio está en el trabajo que lleva limpiar, no es digna la mujer que vive en una casa que limpian otras.

(recuerden leerlo imaginando que lo dice Toyos, es la idea)

...La pebeta le daba vueltas a la caja de JyM laits como sufriendo de ansiedad por no poder fumar. Un boliche sin olor a humo no es boliche, a mi que me perdonen los gobernantes pero se han metido con mi mundo, me lo han cambiado y eso no lo voy yo a aceptar jamás. Claro.. No pueden cambiar la vida del pibe que se la da con la lata, no pueden cambiar la realidad del vilardebó que en cualquier momento se derrumba, no pueden cambiar nada de lo que se precisa, paro van y me cambian el boliche que es MI mundo, y si... a ellos qué les importa... si chupan a escondidas...

“Manos duchas, comen truchas” le dije a la gurisa para continuar la charleta... a esa hora siempre me acuerdo de los dichos que aprendí leyendo el tesoro de la Juventud. Ella como que se rió, como que le dio gracia. Y cuando un macho hace reir a una mina, es el momento de atracar. Me le senté en la silla de en frente...

-¿Cómo te llamás? Le pregunté.
-Que te importa viejo choto? Aparte... quien te dio permiso para sentarte?
-El choto es mi achura favorita. ¿Qué te gusta a vos? El chinchulín?...la molleja?
-Si, la molleja; y tu hermana se deja –musitó-
-Ah! Pero que bien! Sos poetisa! Como Juana de América, como Delmira...
-Delmira changa en Pando, y vos te podés ir a la mierda.- cortó ella.
-Pero che, mirá que sos arisca eh? Querés que te invite con una Naranjita Sponda, algún Pomelo Sip?
-Me tomaría una cerveza... ¿andás con plata? - preguntó
-Pero chiquita, qué importa eeesooo... A ver yoyega...- grité sin dejar de mirarla- No le traés una de tres cuartos a la dama acá?

En la cantora del bar, sonaba el mago haciendo Farabute. Era hora par, calculé que las dos. Con la chiquilina ya había avanzado bastante y a medida que el Greson fue poniendo a funcionar la dilatación y constricción de mis pupilas, la fui bifurcando un poco mas. No se podia decir que fuera linda por su exterior. En realidad, cualquier pibe de los de ahora diría que era un bagre... pero este viejo galán caduco, revenido en conquistador de minas sin suerte, sabe que si uno quiere tener la oportunidad de un amor, también debe darla. Carraspeé y le dije: “¿No querés que te lleve a un boliche mas de copetín surtido tipo papita maní y salamín? A esta hora el Submarino Peral debe tener el horno prendido, capaz que hasta sale un fainá....”

La mina ya estaba blandita. Si mostraba dientes era solo para regalarme alguna sonrisa. Ya desde que de cuarentón seguía el Kung Fu de David Carradine, aprendí que la paciencia te puede llevar a conquistar cualquier cosa. “Dale, decime tu nombre, bichito de luz...” insistí. Y mientras nos parábamos para salir del Torrado la escuché decir Paula con voz bajita. Le dije al yoyega que por la dolorosa hablara con el turco y después arreglábamos. Siempre hay que quedar debiendo en todos los boliches, no de piojoso, sino porque de esa forma, siempre vas a tener que volver. Salimos juntos y desde la puerta le hice señas a un peñarol..

A los mas pibes les hablo y escuchen bien lo que les voy a decir: El 80% del éxito de un levante depende de poder sacar a la mina del lugar donde la encontraste. Si saliste con ella de la milonga, si agarró viaje cuando le propusiste salir a tomar aire en la terraza en una fiesta de 15, ya casi la tenés. Es como decirle, vení que te voy a mostrar mi mundo. Y qué otra cosa es el amor sino eso..
El realero escuchaba esa cosa que no se si alguien llama música, que es puro chin pum chin pum, y no se qué de tugueder. Le pedí si por respeto a la joven podía poner algo mas melódico o en su defecto bajarle unos wat al transístor. El tachero no muy contento manoteó la botonera y de apoco retomé la parla.

Como si fuera guia turístico le hablé del parque Durandor, le conté del Submarino, viejo clásico que camba, aguanta estoico la piqueta fatal. De aquí, de allá y de acullá venían los taitas con la percanta del brazo para invitarlas a comer una pizza a caballo del Submarino Peral. Que costumbre que se ha perdido la de invitar a comer una cosa en especial, ahora las minas pasan los primeros 15 minutos de boliche mirando la carta. No mijita no... Yo te traigo al Peral a comer Pizza a Caballo, te llevo a la Picada de los Ángeles a comer fainá, al Las Flores de Bulevar y Blanes si queres pizza rellena, si te llevo al Arriaga es para comer figazza. Pero no te sientes en la mesa del cheboli y te pongas la máscara de la lista de precios frente a la cara, respirá, conocé, mirale la facha al mozo, calculá el camino al baño, estudiá el territorio... Un boliche es un santuario y si ya lo conocés de antes porque habías venido, dedicate tan solo a cumplir con el ritual, porque es uno el que se tiene que amoldar al bar y no al vesre.

Todo esto le decia yo a la piba mientras ella miraba para afuera por la ventana del taxi escudriñando siluetas de casas y edificios de la vieja y querida avenida Italia, mirando a la gente, los perros y los árboles que pasaban para atrás como taponazo. Cada tanto mandaba un ajá mentiroso, como para dar a entender que aun estaba ahí, pero se notaba que era de esas minas que les gusta andar en auto y no le reproché que no me llevara el apunte...