lunes, 14 de mayo de 2007

1 - DEFENSOR, BOLICHES Y MUJERES

(Leer con la cumparsita de fondo e imaginando que es declamado por el poeta)

Gallarda violeta, farola sempiterna que alumbras y eres guía de los que en el mar de la vida se pierden... En los tiempos en que aquellos hermanos que padecían estrabismo, pero que jugando la dejaban chiquitita así, los vecinos de Punta de las Carretas abandonaban sus soleadas casa-quinta "para ir a ver a los tuertos" Las chapas de dolmení que rodean tu estadio, habría que exhibirlas en el museo del parque urbano, porque llevan las letras que conforman un nombre que es sinónimo de gloria. Los Picaso y los Vangó valdrán millones, pero para un violeta de ley mucho más los valen esas losas de prosapia sin igual que -como si se tratara del padrenuestro dicho por la boca misma del cristo- rezan: Estadio luis Franzini. Donde estarás Luis, en qué escritorio de qué oficina del cielo, seguro los dioses te encomendaron la tarea de directivo para que el Atlético Paraíso sea eterno ganador... pero cuántos gloriosos nombres tendría que decir o mas bien recitar, porque la alineación del setenta y seis es tan poesía como puede serlo el Albatros de Bodeler o el Songorocosongo de Guillén...

Salí del viejo Fray Mocho de Bulevar y obligado camino al Franzini. Agarré mal, y por la clerosis terminé yendo a jeder al callejón Cabo polonio, reducto de los otroras recios picaditos de barrio, con la vecina enojada porque no podía dormir la siesta y salía al bacón con un tacho de agua podrida a tirársela a los botijas que soñaban con jugar como Onega. Ya mas cerca del franzini, entre los chingui chungui del rocansamba se escuchaba a los purretes violetas aboyando rítmicamente latas de dulcemembrillo mientras cantaban “la violeta la violé.” Me pareció ver el espectro del pelado Santelli trepado a la torre de la facultad, gritando cada gol, cada gambeta, cada centro del drimtim juvenil de la vieja viola, garufera y vibradora. Pelado!! A vos te quiero decir que sos la vaina donde se aloja la cuchilla que corta en dos mi corazón! Un capurrense leal al feni feni que de reojo grita en silencio los triunfos violetas!. Pelado quiero esta tarde decirte que ni todos los granitos de arena de la playa Ramírez alcanzan para llenar el vacío que dejastes cuando colgastes los botines... a la mierda...tengo un pedo que no veo. Mejor agarro hasta el golf, me tomo el 76, me voy a casa... miro gran hermano... y me voy a dormir.

El sol bañaba de luz las baldosas de la vieja calle Lavalleja, hoy renombrada con el nombre del gran escritor y filósofo José Enrique Rodó. Amanecí no se cómo en el antiguo bar Gaboto, en cuyas mesas han escabiado y llevado el tanteador con porotos, grandes como Asdrúbal Di Fiori, el Peta Santórsola y el enorme Vicente Rocaforte, gran jugador de Tute Cabrero, siempre con la conlimón adjunta y la mirada perdida durante los chistes, porque tardaba en entenderlos. Hace años le pedí al Tano que no barriera nunca la tapa del sótano y ahi está esa mugre a la que quiero mas que a mi ser... porque en esas capas de polvo y pelusa, puchos y gargajos, pedazos de vidrio y papelitos de caramelo Zabala, duerme mi pasado; las cientosmiles de noches que acodado al mostrador me la daba con alcohol uruguayo de Ancap, el que se usaba para hacer caña, grappa y espinillar, antes no se hacía con ese alcohol brasilero jediondo que se usa ahora, señores!

Abrazado a un noble plátano estuve tres cuartos de mañana. Sobre el mediodía pasó el Turco Amondanaguirre, un vasco de dos metros de estatura que siempre me pregunta porqué le digo turco. Quise contestarle y solo me salió una risa... Mirá como son las cosas. El Turco por acá. Y ya salió la conversa, que pin que pun que pan...que esto que el otro...no se de qué me hablaba el turco, no se le entiende nada “vamo a chupar”, lo interrumpí diciendo mientras adivinaba en su reloj pulsera que ya estaban por ser las doce y abría el café y bar Torrado de la vieja calle Sierra, hoy devenida en Daniel Fernández Crespo. Torrado! Cuna y tumba del bebedor de ley, templo del choborra que vive la vida mordiendo el vidrio. Lo invité al turco a comer un huevoduro, menú unico del Torrado y que tenia la doble función de permitirme hacer base y por otro lado hacer que el turco se calle por un rato..

Transcurrido medio vaso de un queway suavetón que me dieron, sentí que mi humanidad volvía al estado normal. Ya no temblaba, ni corria peligro de caer. Recién ahí me madrugué de que en la mesa contra la ventana de vidrios mugrientos y con pedazos de una calcomanía del mundial España 82, estaba sentada una pebeta que ante mi insistente mirada se hacía la rata cruel y bufaba. Esas son las que a mi mas me gustan porque soy charrúa y adoro los desafíos. Le comenté por lo bajo al turco y me contestó algo de que era fulera, vieja y no se qué mas porque entre que su dialecto es poco comprensible y que se estaba comiendo la yema del huevoduro que dejó para el final, imposible entender..

Me le acerqué a la chiquilina y le dije que desde el mostrador, con los rayos de luz que hacían visible el polvo suspendido alrededor de su despeinada cabellera, me había hecho acordar a una virgen. “Salí de acá viejo puto -dijo la niña- dejame tranquila que no estoy para andar aguantando a un viejo gagá. Que me vas a pedir, que te cambie los pañales?” "Ah! Ajajá jarai jajai! -le contesté-, que me contursi la guacha! Mirá que mala se pone!" Si hay algo que me gusta, es el juego de la seducción recio, milonguero, porque la mujer que tiene calle y ha sufrido es la mina que es bien de bute. La percanta que no precisa vivir en la butik del shoppin, la que no se anda consiguiendo un laburo para pagarle a otra mina que le cuide los hijos porque no le da el cuero para criarlos ella, la que no precisa para vivir, casa de revista, auto de novela y vacaciones de película. A mi dame una mujer de barrio con cayo en las rodillas de tanto agacharse a pasar el trapo, porque la dignidad de estar limpio está en el trabajo que lleva limpiar, no es digna la mujer que vive en una casa que limpian otras.

(recuerden leerlo imaginando que lo dice Toyos, es la idea)

...La pebeta le daba vueltas a la caja de JyM laits como sufriendo de ansiedad por no poder fumar. Un boliche sin olor a humo no es boliche, a mi que me perdonen los gobernantes pero se han metido con mi mundo, me lo han cambiado y eso no lo voy yo a aceptar jamás. Claro.. No pueden cambiar la vida del pibe que se la da con la lata, no pueden cambiar la realidad del vilardebó que en cualquier momento se derrumba, no pueden cambiar nada de lo que se precisa, paro van y me cambian el boliche que es MI mundo, y si... a ellos qué les importa... si chupan a escondidas...

“Manos duchas, comen truchas” le dije a la gurisa para continuar la charleta... a esa hora siempre me acuerdo de los dichos que aprendí leyendo el tesoro de la Juventud. Ella como que se rió, como que le dio gracia. Y cuando un macho hace reir a una mina, es el momento de atracar. Me le senté en la silla de en frente...

-¿Cómo te llamás? Le pregunté.
-Que te importa viejo choto? Aparte... quien te dio permiso para sentarte?
-El choto es mi achura favorita. ¿Qué te gusta a vos? El chinchulín?...la molleja?
-Si, la molleja; y tu hermana se deja –musitó-
-Ah! Pero que bien! Sos poetisa! Como Juana de América, como Delmira...
-Delmira changa en Pando, y vos te podés ir a la mierda.- cortó ella.
-Pero che, mirá que sos arisca eh? Querés que te invite con una Naranjita Sponda, algún Pomelo Sip?
-Me tomaría una cerveza... ¿andás con plata? - preguntó
-Pero chiquita, qué importa eeesooo... A ver yoyega...- grité sin dejar de mirarla- No le traés una de tres cuartos a la dama acá?

En la cantora del bar, sonaba el mago haciendo Farabute. Era hora par, calculé que las dos. Con la chiquilina ya había avanzado bastante y a medida que el Greson fue poniendo a funcionar la dilatación y constricción de mis pupilas, la fui bifurcando un poco mas. No se podia decir que fuera linda por su exterior. En realidad, cualquier pibe de los de ahora diría que era un bagre... pero este viejo galán caduco, revenido en conquistador de minas sin suerte, sabe que si uno quiere tener la oportunidad de un amor, también debe darla. Carraspeé y le dije: “¿No querés que te lleve a un boliche mas de copetín surtido tipo papita maní y salamín? A esta hora el Submarino Peral debe tener el horno prendido, capaz que hasta sale un fainá....”

La mina ya estaba blandita. Si mostraba dientes era solo para regalarme alguna sonrisa. Ya desde que de cuarentón seguía el Kung Fu de David Carradine, aprendí que la paciencia te puede llevar a conquistar cualquier cosa. “Dale, decime tu nombre, bichito de luz...” insistí. Y mientras nos parábamos para salir del Torrado la escuché decir Paula con voz bajita. Le dije al yoyega que por la dolorosa hablara con el turco y después arreglábamos. Siempre hay que quedar debiendo en todos los boliches, no de piojoso, sino porque de esa forma, siempre vas a tener que volver. Salimos juntos y desde la puerta le hice señas a un peñarol..

A los mas pibes les hablo y escuchen bien lo que les voy a decir: El 80% del éxito de un levante depende de poder sacar a la mina del lugar donde la encontraste. Si saliste con ella de la milonga, si agarró viaje cuando le propusiste salir a tomar aire en la terraza en una fiesta de 15, ya casi la tenés. Es como decirle, vení que te voy a mostrar mi mundo. Y qué otra cosa es el amor sino eso..
El realero escuchaba esa cosa que no se si alguien llama música, que es puro chin pum chin pum, y no se qué de tugueder. Le pedí si por respeto a la joven podía poner algo mas melódico o en su defecto bajarle unos wat al transístor. El tachero no muy contento manoteó la botonera y de apoco retomé la parla.

Como si fuera guia turístico le hablé del parque Durandor, le conté del Submarino, viejo clásico que camba, aguanta estoico la piqueta fatal. De aquí, de allá y de acullá venían los taitas con la percanta del brazo para invitarlas a comer una pizza a caballo del Submarino Peral. Que costumbre que se ha perdido la de invitar a comer una cosa en especial, ahora las minas pasan los primeros 15 minutos de boliche mirando la carta. No mijita no... Yo te traigo al Peral a comer Pizza a Caballo, te llevo a la Picada de los Ángeles a comer fainá, al Las Flores de Bulevar y Blanes si queres pizza rellena, si te llevo al Arriaga es para comer figazza. Pero no te sientes en la mesa del cheboli y te pongas la máscara de la lista de precios frente a la cara, respirá, conocé, mirale la facha al mozo, calculá el camino al baño, estudiá el territorio... Un boliche es un santuario y si ya lo conocés de antes porque habías venido, dedicate tan solo a cumplir con el ritual, porque es uno el que se tiene que amoldar al bar y no al vesre.

Todo esto le decia yo a la piba mientras ella miraba para afuera por la ventana del taxi escudriñando siluetas de casas y edificios de la vieja y querida avenida Italia, mirando a la gente, los perros y los árboles que pasaban para atrás como taponazo. Cada tanto mandaba un ajá mentiroso, como para dar a entender que aun estaba ahí, pero se notaba que era de esas minas que les gusta andar en auto y no le reproché que no me llevara el apunte...

13 comentarios:

Irina, dijo...

¿y? Nos deja igual que antes?
Ay, von, no padecerá uste de doble personalida, no será uste el verdadero joyos... no,no quiero ni pensarlo.

Anónimo dijo...

Von de que planeta sos? El santuario se debe evaluar en la entrada, camino a la mesa. Al mozo no hay que mirarlo nunca. Tampoco hablarle. Cuestión de status. Todas, sin excepción, se fijan en la lista de precios. Siempre se debe pedir lo más caro. Cuestión de supervivencia.

Von dijo...

Irina, de acá retomo, ese fue el primer capitulo. Pero la idea es publicar lo nuevo en el de Elso primero. Y no, autobiográfica no es, me gusta bolichear pero no a ese nivel.

Candelaria, por eso dice tulio que son costumbres que se perdieron, porque ahora las pibas no quieren aprender del macho, como cuando el mundo obedecía a la naturaleza en cuestiones de género.

Tomás Eastman dijo...

magistral.
la Blogósfera necesitaba de esto

Rebecca Milans dijo...

ya que recorre todos los bares de mi barrio vengase a tomar una por casa

Tomás Eastman dijo...

Un par de cosas sobre el Submarino Peral.
No como habitué sino como testigo de su permanencia en una esquina que es historia del ser montevideano.
En la época que los buses de COPSA que llegaban del este por avenida italia vieja, era el Submarino Peral, con su colorido neon que nos indicaba cual faro, que habíamos llegado a Montevideo.
El otro día pasé por ahí. Mantiene hasta el Salón Familiar

Tomás Eastman dijo...

Una copa por los boliches que he transitado y que han cerrado
Anrejó (libertad y Av Brasil)
El Boliche de Manolo: Av Brasil y Benito Blanco
Bar Prado: B. Blanco y Bvar España
Bar Paysandú: Rondeau y Paysandú
Bar Defensor: J. Zudáñez y 21 de Setiembre
Bar La Llave : Proa de 21 y Franzini
Saroldi. 21 y ellauri
Añón 21 y ellauri
Un boliche chiquito muy lindo cuyo nombre no recuerdo porque siempre llegaba ya medio borracho: Bvar artigas y figueira

Von dijo...

El otro día para mi sorpresa descubrí que el viejo Mera de 8 de octubre, que durante años fue el infame "Pecos Bill" retomó su nombre. El boliche nada que ver al de antes, pero algo es algo.

Rebecca Milans dijo...

no me diga que volvio aquel mozo del mera que parecia una caricatura de jean gabin !

peregrina dijo...

Mi cuna fue el arrabal
y mi padrino, un poeta... chan chan
punto alto y cuenteador?

Tomás Eastman dijo...

espero luego de la nueva hazaña otro aporte de su pluma sin igual

Hache Pe dijo...

Cuantos Recuerdos me trae, "La Picada de los Angeles" en Juan Poulier y Rivera, en frente estaba el "Don Quijote" y en los dos Bares, ayá por los años sesenta pasé largas madrugadas. no piensen mal....trabajaba de "Tachero" y paraba en esa esquina.
Humberto Pagliarini

Anónimo dijo...

Perdon por mi ignorancia, pero alguien me podria decir dirección del Submarino Peral? eh estado averiguando de este tipo de lugares y me dijeron que vaya o que llame pero no encuentro los datos por ningun lado... espero la 2da parte de esto q esta excelente... Gracias